Cualquier jugador que desee formar parte del espectáculo de la NBA, que además no haya nacido, ni resida en Estados Unidos, para declararse elegible en el draft debe tener como mínimo 22años. Los jugadores que no alcanzan este requisito, sin ir más lejos Ricky Rubio y Victor Claver el año pasado, deben inscribirse provisionalmente para días antes de la ceremonia, certificar su candidatura.
Por esta “aduana” han pasado de momento dos españoles y medio. Pablo Aguilar, Xavi Rabaseda y Mamadou Samb.
El primero de ellos, Pablo Aguilar, es el jugador con más posibilidades de entrar entre las 60 elecciones. Se trata de un chico de 2.08 y 21 años con una gran capacidad de salto. Nació en Granada, pero formado en la cantera del Real Madrid, actualmente defiende la elástica del CB Granada, en dónde se ha convertido en una de la sensaciones de la ACB, formando una temible pareja interior junto a Richard Hendrix.
Esta temporada Aguilar está promediando 9.8 puntos y 5 rebotes para un total de 11 de valoración por encuentro. Las web especializadas en futuras estrellas de la NBA como www.draftexpress.com sitúan al jugador granadino en el puesto número 25 de la segunda ronda.
Pablo Aguilar ha sido internacional U-20, al igual que Xavi Rabaseda, un jugador que a los aficionados al baloncesto les sonará porque ya ha disputado algún encuentro con el Regal FC Barcelona. Actualmente milita en Cornellá en la liga Leb Oro. Juega de escolta. Mide 1,98m y posee un físico envidiable para la práctica del baloncesto. Esta campaña ha logrado unos promedios de 14 puntos y 3 rebotes.
La mayor parte de los pronósticos sitúan a Rabaseda como undrafted, es decir, no elegido, al igual que a Mamadou Samb. El tercer jugador que guarda vínculos con España, aunque nació en Senegal, obtuvo la nacionalidad española hace un par de temporadas. Es hermano de Cheick Samb, pívot que a mediados de esta campaña probó Messina para el Real Madrid sin demasiado éxito.
Compañero inseparable de Rabaseda desde las categorías inferiores azulgranas hasta la actual campaña en las filas del CB Cornellá. Samb es un 2.08 que ha logrado promediar 12.4 puntos y 6.1 rebotes por encuentro en la Leb Oro.
"Me hace ilusión seguir en Valladolid porque debo mucho al club"
J.C.R el 28-04-2010, 17:59 (UTC)
El ala-pívot del Blancos de Rueda Eulis Báez ha asegurado hoy a Efe que le hace "ilusión seguir en Valladolid" la próxima temporada porque le "debe mucho" al club y además considera que aún "no han visto la mejor versión" de él como jugador.
En este sentido, el jugador dominicano ha señalado: "debido a las lesiones y a que me costó adaptarme a la competición al principio de temporada, no he ayudado todo lo que creo que podía haber hecho al equipo, pero ahora estoy en un buen momento de forma y por eso he progresado en los últimos meses".
"No sé si he demostrado que soy jugador de ACB o no, porque creo que eso deberían decirlo los críticos y los técnicos, pero considero que puedo aportar muchas cosas a esta liga y que puedo hacerme un hueco en ella", ha matizado el ala-pívot del conjunto vallisoletano, cuya mejoría ha sido considerable en la recta final de la temporada.
Precisamente, en estos últimos encuentros que restan por disputarse, el "cuatro" del Blancos de Rueda quiere "conseguir todas las victorias que se puedan porque, aunque el objetivo de la permanencia ya está cumplido, no debemos relajarnos, sino que tenemos que dedicar más triunfos a nuestra afición", ha dicho.
"Me gusta exigirme y autocriticarme, porque echando la culpa a otros no se mejora nunca, con lo que espero seguir estando a un buen nivel en estos últimos encuentros y dar el máximo, para terminar el año de la mejor manera posible", ha puntualizado Báez quien ya lleva cinco años en España y ha jugado "con cinco entrenadores diferentes".
Y parece ser, por lo que ha expresado el actual técnico del Blancos de Rueda, Porfi Fisac, en su última comparecencia ante los medios, que éste no continuará al frente del equipo la próxima campaña, lo cual "lamenta" Eulis Báez, ya que se ha sentido "muy a gusto" con él y ha aprendido "mucho".
"Me gustaría seguir con Porfi el año que viene pero, si tiene otros planes, yo lo respeto y tendré que adaptarme al entrenador que le sustituya, al igual que deberé acoplarme a los nuevos jugadores que lleguen, aunque sería bueno para el equipo mantener el bloque de este año", ha comentado Báez.
Por último, el ala-pívot del cuadro vallisoletano ha señalado que la victoria lograda ante Lagun Aro era una "necesidad" para el equipo "porque ocho derrotas consecutivas hacen mucho daño mentalmente, más que en lo que se refiere a la clasificación, y ya era una cuestión de orgullo volver a ganar".
"En esas derrotas influyó que planteábamos mal los últimos cuartos de los partidos, tomando decisiones equivocadas y precipitándonos en los pases y en los lanzamientos, por eso era importante recuperar la victoria y por eso lo es intentar ganar los tres partidos que quedan, porque nuestro público se lo merece", ha concluido.
Dusan Sakota en peligro de muerte
J.C.R el 27-04-2010, 22:54 (UTC)
Dusan Sakota, pivot serbio de 24 años del Scavolini Pésaro italiano, se encuentra en coma inducido al sufrir hemorragias internas
consecuencia de un fuerte golpe recibido durante un encuentro.
Un golpe, a simple vista no muy fuerte, de Guiseppe Poeta durante el encuentro Teramo – Scavolini, este domingo, provocó que Sakota fuese ingresado de urgencia en el hospital San Salvatore de Pésaro, en dónde le detectaron una lesión traumática en el duodeno.
Tras cinco horas de operación, el jugador parecía fuera de peligro pero ha sufrido un repentino empeoramiento de su salud. Así, Sakota ha comenzado a tener hemorragias internas de consideración en la zona intestinal y ha tenido que ser operado de nuevo, durante más de cuatro horas.
“E’ in pericolo di vita” o lo que es lo mismo, “su vida está en peligro”.
Sakota se encuentra ahora mismo en coma inducido y los médicos consideran su estado ‘reservado’.
Sokota es un jugador de 2,11 metros de altura con un gran futuro por delante, posee la nacionalidad griega y es hijo del mítico entrenador de baloncesto Dragan Sokota. Su carrera profesional comenzó en el Panathinaikos a las ordenes del gran Zeljko Obradovic en un equipo grande plagado de estrellas.
Ante la falta de minutos jugó un año cedido en el Panionios griego. El gran nivel de juego mostrado le permitió regresar al año siguiente al Panathinaikos, pero de nuevo la falta de oportunidades, le obligaron a salir para seguir progresando. De modo que el verano de 2009, tras sonar para varios equipos ACB (Juventud, Power Electronics Valencia, Cajasol) decidió fichar en Italia por el Scavollini.
El baloncesto salva la vida a Bienvenu Letuni
J.C.R el 21-04-2010, 18:47 (UTC)
Quizá su nombre no les suene mucho, porque de momento no se trata de una estrella de la NBA, ni siquiera a debutado en ACB. Pero el chico ya ha ganado el partido más importante de su vida.
Un caza talentos colaborador de Anicet Lavodrama , histórico pivot africano (República Centro Africana) que deslumbraba por las pistas de la ACB a comienzos de los noventa con sus poderosos saltos, le llamó por teléfono para comunicarle que estaba viendo un torneo cadete y que había encontrado un chico capaz de hacer mates sin saltar.
Lavodrama hizo las maletas rumbo a una pequeña aldea situada en la región de Bandundú, a unos 250 km de la capital del Congo, Kinshasa, situada en una meseta. Al llegar allí encontró a un niño de 2,26 años, hijo de unos humildes agricultores (como la mayoría de sus vecinos) que no se podían creer que su hijo fuese a viajar a Europa.
La primera parada de Letuni en España fue Badalona, después probó fortuna en Vitoria y Manresa. Finalmente el Juventud consiguió reclutar al joven para que pasase a formar parte de una de las canteras más prolíferas del baloncesto europeo, tal y cómo lo demuestran jugadores de la talla de Rudy Fernández o Ricky Rubio.
Hasta ese momento, la progresión de Letuni parecía ir sobre ruedas, pero pronto comenzaron las complicaciones. Salta a la vista que la altura de Bienvenu no era la normal en un adolescente. Era el momento de que el baloncesto pasase a un segundo plano y la salud centrase toda su atención.
Lo que en principio era una operación sencilla para frenar su gigantismo, muchos jugadores se han sometido a ella y han podido continuar sus carreras profesionales, se fue complicando, no era gigantismo, sino que Letuni padecía acromegalia, una enfermedad crónica causada por una secreción excesiva de la hormona del crecimiento producida por la glándula pituitaria, lo que la diferencia del gigantismo es que la acromegalia está relacionada con la aparición de un tumor benigno en la glándula pituitaria y conlleva un crecimiento anormal de las extremidades y los órganos internos. Además de frecuentes jaquecas y dolores en las articulaciones.
Es una enfermedad que puede llegar a ser mortal. Por ello, con el fin de evitar males mayores, el pasado uno de marzo, el Juventud de Badalona le pagó una nueva operación para extirpar el tumor de la glándula pituitaria. Es por lo que de no haber sido porque el baloncesto se cruzó en su camino, su vida podía haber tenido, prematuramente, un trágico desenlace.
Duke acabó con el sueño de Butler
J.C.R el 06-04-2010, 23:48 (UTC)
La prestigiosa universidad ganó el campeonato de la NCAA por 59 a 61
Mientras casi toda España dormía para comenzar con fuerza un nuevo martes, todo EE.UU se paralizó para seguir un encuentro de baloncesto entre estudiantes, incluso la mismísima NBA paró la liga para dar todo el protagonismo a la NCAA. La gente americana siente verdadera devoción por las historias de superación, esas en las que el protagonista tiene que luchar contra todo tipo de contratiempos para alcanzar una meta. Por eso la gran final de la NCAA era especial.
En la pista se veían las caras la poderosa Duke, una de las más grandes universidades americanas, con alumnos procedentes de más de un centenar de países, que disputaba su decimoquinta final a cuatro, frente a una pequeña universidad situada en el estado de Indianápolis llamada Butler.
Hasta el momento lo más destacable que haya conseguido dar Butler, desde su fundación en 1855, es algún senador, algún gobernador o algún piloto de carreras de cierto prestigio, pero nunca nadie que haya conseguido atravesar las fronteras de Estados Unidos. En cuanto al baloncesto, de momento la aportación de Butler a la NBA ha sido escasa. Sólo 7 jugadores han entrado en el Draft, logrando debutar en la mejor liga del mundo sólo 3. Jeff Blue con los Boston Celtics, Oscar Evans con los Atlanta Hawks y Lynn Mitchem con los Indiana Pacers.
“El compromiso individual con el esfuerzo colectivo asegura el buen funcionamiento de un equipo” fue una frase pronunciada por el prestigioso entrenador de fútbol americano Vince Lombardi allá por la década de los cincuenta, y le viene que ni pintada a los Bulldogs de Butler.
El marcador fue muy igualado a lo largo del partido, ningún equipo consiguió nunca una ventaja superior a 10 puntos, y cualquier intento de Butler por romper el partido fue frustrado, la mayoría de las veces por el nombrado mejor jugador de la final Kyle Singler, autor de 19 puntos y 9 rebotes. Hasta llegar a los tres últimos minutos de juego. Ahí con un marcador de 60 a 55 favorable a los Blue Devils, parecía que todo el pescado estaba vendido, pero no fue así. Los chicos de Butler hicieron lo que su entrenador, Brad Stevens, aseguró antes de la Gran Final: “Iremos a por todas”. Y así fue, el pivot Matt Howard anotó 4 puntos consecutivos, y forzó una perdida de bola al pivot de los Blue Devils Brian Zoubek.
Con 30 segundos por jugar, Butler perdía 60 a 59, pero tenían la posesión de la bola. Era el momento de Gordon Hayward, la gran estrella de los Bulldogs, un chico blanco, delgado, de 2.06 metros y unos largos brazos. Penetró hacia canasta y lanzó ante la oposición de los 2,18 metros de Zoubek. Cuando todo el mundo pensó que el balón entraría, el aro lo escupió.
Pero la cosa no quedó ahí. Duke se hizo con el rebote y lógicamente Butler hizo falta. Brian Zoubek era enviado a la línea de tiro libre. Anota el primero y el segundo lo tira a fallar para que el tiempo empezase a contar. Hayward agarra el rebote y desde medio campo lanza. Balón al aire, tablero, y el aro volvió a escupir por segunda la bola. Fin del sueño.
Los últimos momentos del hombre más fuerte de américa
J.C.R el 05-03-2010, 16:16 (UTC)
El cuatro de marzo de 1990 falleció Hank Gathers, alero de la universidad de Loyola Marymount llamado a ser una estrella en la NBA. Se llegó a decir que sus duelos con los Bulls de Jordan marcarían un antes y un después en el baloncesto mundial.
Su muerte no fue la primera ni la última en el mundo de la canasta. Los jugadores de baloncesto Ángel Almeida, Jaime Rullán, Ernesto de la Torre, Paulo Pinto, Samuel Gil, Reggie Lewis o Marvin Stone han sido algunos de los casos más sonados. Lo que diferenció a Gathers fue que el jugador de Loyola mostró por primera vez a todo el mundo lo que era ver fallecer por el televisor a un deportista.
El 11 de febrero de 1967, la dura ciudad de Philadelphia vio nacer a Eric “Hank” Gathers. Durante su infancia tuvo claro que su vida era el baloncesto, a los 12 años se propuso llegar a la NBA, para ello trabajó muy duro, sin un momento de descanso. Una vez finalizada su etapa de “High School” numerosas universidades de todo el país trataron de reclutarle. USC convenció al jugador para cambiar el frío de Philadelphia por el calor californiano.
Las cosas no le fueron bien en su primer año, apenas jugaba, por lo que decidió irse a la Universidad de Loyola Marymount. Allí las cosas comenzaron a cambiar, a base de trabajo, Gathers pasó de ser un jugador de segunda fila a convertirse en una estrella.
El principio del fin:
Los primeros síntomas de la enfermedad cardiaca que Gathers sufría aparecieron el 9 de diciembre de 1989. Disputados seis minutos de la segunda parte, el alero penetra hacia canasta y recibe una falta. Gathers se dispone a lanzar dos tiros libres. En ese momento su corazón comienza a latir más rápido de lo normal. Lanzó los tiros y se desplomó. Todo el mundo comenzó a correr hacia él para interesarse por su estado pero en cuestión de segundos se levantó.
Las pruebas que le realizaron posteriormente confirmaron que Hank Gathers sufría arritmias, por lo que debería tomar una medicación si quería seguir jugando. La medicina provocó que Gathers bajara su rendimiento, le hizo lento y cambio su caracter. Este “bajón” no le permitiría cumplir su sueño de llegar a la NBA. Por ello decidió no seguir tomando los medicamentos.
Sin medicina su rendimiento volvió a ser el de siempre, hasta el fatídico día. El partido ante Porland State comienza a las 17 horas, a las 15.30 Gathers llega junto a su mejor amigo “Bo” Kimble al Gersten Pavilion . Juntos formaban uno de los dúos más peligrosos de toda la NCAA.
A las 16 horas saltan a la pista para realizar sus ejercicios de calentamiento: carrera alrededor de la pista, unos estiramientos, entradas a canasta y tiros.
El partido comienza de manera muy satisfactoria para la Universidad de Loyola, 25 a 13 con 13.34 minutos disputados, el base de LMU, Terrel Lowery envía un largo pase que Gathers hunde en el aro de Porland. Al bajar a defender ambos chocan la mano y el alero de Philadelphia cae desplomado al suelo, intenta levantarse pero no pude. Los servicios sanitarios se apresuran a llegar al jugador. Su madre y su tía, que estaban viendo el partido, saltan a la pista.
La ambulancia llegó a las 17.21 al pabellón, para las 17.34 el chico entraba al hospital Daniel Freeman. Allí se intenta reanimar, sin éxito, al jugador.
Sus compañeros de equipo LMU, Tony Walker y Chris Knight, todavía vestidos con sus uniformes, comenzar a llorar. Walker pone su cabeza sobre el hombro del entrenador asistente Brian Woods. La vida del autoproclamado “hombre más fuerte en América” una futura estrella de la NBA, acabó.
